Como ya os anunciamos, este fin de semana se celebra un encuentro de Convivencia y Ciudadanía en el Parc de la Mar. La Casa de Corrientes en Baleares me invitó a ir y, como prometí, allí estuve.
A eso de las cuatro y media salí de mi casa para tomar el autobús y dirigirme al Parc de la Mar. Como una ya tiene su edad y chochea me equivoqué de parada y bajé antes de lo previsto. Menos mal que el día estaba primaveral y el paseo fue bonito.
Cuando llegué el ambiente era estupendo. Todos los stands de las diferentes asociaciones de emigrantes de la isla estaban llenos de gente disfrutando de los riquísimos productos típicos: China, Ghana, Chile, Bulgaria, Polonia, Perú, Pakistán, y muchos otros países, además de diversas organizaciones y ONGs abrían las puertas de sus países para compartir sus culturas y demostrar que una buena convivencia es siempre enriquecedora.
Cuando llegué, en el escenario, estaba actuando un grupo folklórico de Ghana y muchos de los asistentes a la fiesta se habían unido a la fiesta.
Y llegué aal stand que compartían el Casal Argentino junto con la Casa de Corrientes.
Menudas vistas tenían preparadas: juzguen ustedes mismos. Como ya nos había anunciado José, no faltaron los dulces ni el mate.
Lo que no os dijo el Sr. Presidente es que también habría una maravillosa cazuela de Chorizos a la Pomarola. ¡Madre mía qué pinta más estupenda! y yo sin hambre porque acababa de comer, como quien dice. Pero juré vengarme a la noche.
Las cinco y cuarto. Era hora de acercarse al escenario para disfrutar de unos chamamecitos.
Magníficos nuestros músicos: Gustavo Churruarín, Leo Collantes y Martín Díaz nos interpretaron unos preciosos chamamés. Y Claudio y Pilar bailaron relindo. Disfruté de lo lindo hasta que una preciosa correntina gritó a mi lado un Zapucay y se me puso un nudo de emoción en el estómago que me hizo pasar un rato fatal.
Churruarín cambió el acordeón por la guitarra para cantar "La oración del remanso". ¡Cómo me gusta esa canción! Gracias, Gustavo.
Y llegó el bailecito. ¡Ay, qué envidia! Y qué ganas de bailar.
¡Bravo por los artistas! ¡Qué grandes! Como fan número uno que soy no puede evitar sacarme una foto con ellos.
Y regresamos todos al stand para tomar unos matecitos y, la gallega para hacer uso de la venganza y comerse dos exquisitos bocatas de chorizos a la pomarola. ¡Qué! ¿Acaso pensaban que estaba de broma? pero ¿Cómo se puede uno resistir a esto?
Y como siempre en este tipo de actos ... hay quien no pega palo al agua....
... Y quien trabajó duro.
Y por la noche... Pericón y chacareras. ¡Qué lindo ver a gente joven implicándose y participando! Pero que hermoso pensar que, a pesar de su edad, no sólo piensan en discotecas y que tienen tiempo para otras cosas.Qué placer me da verles aprender y disfrutar de las costumbres de su pueblo y su gente. Guardar las tradiciones con cariño. Qué orgullo poder ver a abuelos enseñando y nietos aprendiendo.
¡Ah! y, como lo prometido es deuda, esta "gallega" bailó (o al menos lo intentó) un chamamé. Tengo que dar las gracias a Claudio por el honor que me hizo. Lo siento, de esto no hay fotos.
Y este es el resumen de una maravillosa tarde de sábado en familia.
Gracias amigos.